domingo

Celle de toujours, toute


KWNOWING NOT KNOWING PRETENDING


CASCANDO

1
por qué no simplemente no esperar
a ser ocasión de
un vertedero de palabras

¿no es mejor abortar que ser estéril?

después de tu partida las horas son tan tristes
siempre empiezan a rastras demasiado pronto
los garfios desgarrando con ceguedad el lecho de miseria
rescatando los huesos los amores antiguos
cuencas una vez llenas con ojos como los tuyos
¿es mejor siempre demasiado pronto que jamás?
negra necesidad salpicando los rostros
diciendo una vez más nunca flotó lo amado nueve días
ni nueve meses
ni nueve vidas

2
diciendo una vez más
si no me enseñas tú no aprenderé
diciendo una vez más existe un último
atardecer de últimas veces
últimas veces de mendigar
últimas veces de amar
de saber no saber simular
un último atardecer de últimas veces de decir
si no me amas nunca seré amado
si no te amo ya no amaré nunca

un batir de palabras gastadas una vez más en el corazón
amor amor amor golpe de un émbolo antiquísimo
moliendo el suero inalterable
de las palabras

una vez más aterrado
de no amar
de amar pero no a tí
de ser amado y no por tí
de saber no saber simular
simular

yo y todos los otros que te amen
si te aman

3
a menos que te amen

Samuel Beckett

martes

1989


NACER DE NO NACER

Dánae- Klimt


Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.

Jorge Guillén


1989. Vuelvo al útero materno. Soy minúscula, frágil, casi líquida. Soy una ameba latiendo, un protozoo, una célula púrpura. Afuera Listz toca su Nocturno nº3 bajo los violáceos volcanes de la imaginación de un loco. Afuera millones de estudiantes chinos mueren masacrados en la Plaza de Tiananmen al mismo tiempo que Mc Donalds abre su primer restaurante al sur de Kuala Lumpur. El mundo se revoluciona y cae el muro de Berlín en un golpe de nieve o en un infarto. Yo buceo, giro, me retuerzo, soy una peonza en la mano de un niño. Porque esto es 1989 y el emperador de Japón predice su muerte de lirio enajenado, de gorrión oscuro, de orgasmo salvaje. 1989. Mi corazón es diminuto. Mi corazón es un poema de Yeats golpeando una montaña de arena, un rostro ajeno, una virgen suicida, una palabra ausente. Mi corazón es. 1989 y aún no nazco, aún no sé de qué color es la tierra ni la textura de los besos sin fondo. Habrán de pasar años hasta probar un boca, un silencio, una cremallera rota, una palabra ausente. 1989. Vuelvo al útero materno. Soy un pájaro, un delirio, una idea en la mente de mi madre.

lunes

El olvido de nuestras metamorfosis


NOUS VIVONS DANS L´OUBLI DE NOS MÉTAMORPHOSES
(Paul Éluard)



"La mort nous affecte plus profondément sous le règne pompeux de l'été"

Baudelaire


Ven, acércate. No temas. No tiembles. Yo también he muerto de un nenúfar en el pulmón derecho. Yo también tuve miedo pero ahora ya estoy muerta. Llámame Marguerite, si te apetece. Ponme el apellido que tú quieras. ¿Tienes fuego? Amé la vida peligrosamente desde el precipicio del opio y de los párpados azules. Sólo tuve un gran amor. Nos conocimos en la literatura, como todos los que empiezan amarse en la distancia. Yo era Nadja y él Bretón. Él Humbert y yo Lolita. Nuestros cuerpos se encontraron en los libros de Pushkin, de Miller, del Marqués de Sade, de Lautréamont. Viajamos a Rusia, a Suiza, a Francia, a Vietnam. En el Mekong aullamos de placer. Hicimos el amor con Sartre en el Sena y volvimos desnudos a nuestro lugar de origen. Vivíamos el olvido de todas nuestras metamorfosis. Nos vivíamos por dentro como anémonas dependientes, nos devorábamos por fuera como animales hambrientos. Éramos vagones llenos de poetas. ¿Aún no he mencionado su nombre? Le he pensado tanto boca arriba, boca abajo, haciendo el pino, desde el rincón opiáceo. Después de todo, en este lugar sólo eres tú y tus recuerdos. Aquí tendrás mucho tiempo para saber quien eres.

martes

La profundidad de las metáforas blandas

Todo en la vida es una metáfora
(GOETHE)

Dentro del cuadro (René Magritte)



Ven, entra, en esta casa has comido, has dormido,has jodido
¿no me harás creer que no la reconoces?

Antonio Tabucchi
(Réquiem)


Hoy he vuelto a los lugares de mi infancia. A los jardines, a los escondites, a los pasadizos secretos. He desenterrado tesoros, cavado tumbas, levantado faldas. He pensado en lo que se halla detrás de todas las reliquias que guardo en cajas de cartón. Me he comunicado contigo a través de las farolas. Aquí, en la frontera con Portugal las noches son heladas como en el Polo Norte. Al alba los pingüinos suben a la montaña más alta para morir. Sanabria es un tiovivo lleno de locos que se citan en los bares para jugar a las tragaperras. Y los viejos sueñan con cabellos que huelen a champú del caro. Y las viejas cotillean a la salida de la iglesia. Las carreteras son asfaltadas con metáforas blandas y las casas se protegen con hipérbatos duros. Todo lo que suene a lucro es bienvenido en este pueblo. La poesía no da dinero pero seguimos en su cama con los pies descalzos. Yo quiero morir contigo en Laponia.

sábado

POÉSIE ET NUDITÉ

FLEURS DU MAL



Espero tu llegada. El fin del viaje hacia el fin de la noche. Estoy en un hotel de carretera fumando en la ventana. En la autopista los coches se aproximan, se superponen, avanzan creando una gran masa homogénea. Su luz es la única que percibo desde que soy sorda a las sirenas de las ambulancias. He decido ser paciente. He decido esperarte. A Bukowski sólo se le puede leer con un poco de absenta. Aún no ha amanecido. Aún no estoy desnuda. Tú todavía no has llegado. La noche nos reclama. Su curso es inmutable.

CULMINACIÓN DEL DOLOR

Oigo incluso cómo ríen
las montañas
arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
Oigo el agua,
las noches que consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj,
se vuelve pomos en la cómoda,
se vuelve papel sobre el suelo,
se vuelve calzador,
ticket de la lavandería,
se vuelve
humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas...

Poco importa,

poco amor

o poca vida

no es tan malo,

lo que cuenta

es observar las paredes,

yo nací para eso,

nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.

Charles Bukowski

lunes

On the road

DRIVING FAST

Vi sus ojos brillantes, vi sus alas,vi ese viejo
coche lanzar llamas salvajemente, arder sin parar
por las carreteras, atravesar campos, cruzar ciudades,
desaparecer puentes, secar ríos, correr locamente hacia el oeste.

Jack Kerouac

De nuevo en la carretera voy en busca de espumas y noches tibias. Conduzco deprisa y sin carnet. Conduzco llena de Generación Beat. Nadie me detiene. La carretera se extiende infinita ante mis ojos. Soy Jack Kerouac en medio de ninguna parte. Soy Dean Moriarty explotando como una estrella roja en medio del océano. He parado en una estación de autoservicio sólo para leer a Catulo. ¿Que pasa, Catulo? ¿Qué aguardas para morir?. Yankee Hotel Foxtrot y cigarros de vainilla. Labios rojos. Olor a gasolina. En los sórdidos moteles tu Lesbia llora. En los aseos públicos donde los líquidos amantes se solidifican, tú agonizas. Esta lentitud densa va a matarnos. Alerta roja. Prohibido adelantar. Prohibido gritar. Prohibido el amor. Prohibido Catulo. Gorrión, delicias de mi amada. Después de los violines queda lo que nunca nos dijimos. Después de un verso de Beckett "Amor amor amor golpe de un émbolo antiquísimo" ya no queda nada.

domingo

La espuma de las noches

PANTA REI
(Heráclito)

Estrasburgo

Frankfurt

Después de eso, después de que la noche oscura terminó
ya era demasiado tarde para resistirse.
Era demasiado tarde para dejar de amarte.

Marguerite Duras



Dejamos Alemania. La frontera se diluye donde el río crece. Atrás queda la piel, atrás tu boca llena de Hungría. Estrasburgo se asoma a la derecha. Nuestro final es un puerto lleno de viejos y un silencio. Nuestro final es un río infinito que no cesa. La distancia se acrecienta a medida que mis pies avanzan. Mírame, ya he abandonado el barco, ya me dirigido a la salida y he tomado un taxi hacia la estación más próxima. He llegado al aeropuerto y ahora sobrevuelo el río en el que te quitaba la ropa. Te he dejado mi ausencia en la habitación sin número. Huele mi perfume hundiendo tu nariz entre las sábanas. Observa mi aliento aún caliente en el espejo. Deja que la espuma de las noches nos cubra de paciencia.
Me llevo tus ojos. Te dejo mis labios. El Rhin era tu cuerpo y tu geografía era sin límites. Al norte nos protegíamos del frío con tequila, al sur la noche y nosotros éramos uno.
Alguien dijo "Prendre congé est mourir un peu". Así, no hubo despedida. Al amanecer ya estábamos demasiado lejos uno del otro. Tú pensabas en volver a Hungría, yo despertaba en Madrid pensándote en el barco.