jueves

Undécimo mandamiento: No medirás la llama



No medirás la llama
con palabras dictadas por la tribu,
no pondrás nombre al fuego,
no medirás su alcance.
Todas las llamas son el mismo fuego.
Mi cuerpo es una antorcha que alumbra los espantos
que la razón construye en sus tinieblas.
Hay que bajar al cuerpo, muy adentro,
tocar el centro ardiente, abrirlo y propagar
el gozo de la lava.
No importa en qué caderas,
en qué pecho resbale,
no importa la estatura, el sexo o la materia
pues todos caminamos sobre la misma pira.
No medirás la llama con palabras que encubren
los viejos sentimientos de los hombres.

Chantal Maillard


Under the storm of roses




Adonde nos dirijamos bajo la tormenta de rosas,
las espinas iluminan la noche, y el trueno
de las hojas, antes tan silenciosas en los arbustos,
nos sigue ahora muy de cerca.

Ingeborg Bachmann


lunes

La folie



Ma jeunesse en jouant fit la vie prisonnière.
O donjon où je vis!

René Char







He destruido puentes, edificios y naves
de esta ciudad.
He atravesado la última puerta hacia el último
acantilado.
Es el fin del juego y sin embargo la pantalla
no confiesa game over.
Hace falta una sola voz para gritar que la vida continua
en una grieta,
que de la grieta manan los desiertos
que de la grieta brotan las cenizas de los árboles
en llamas,
que no hay secreto en el pasadizo,
que el futuro es un pájaro ardiendo en el presente,
que no hay máscara sin dolor, ni dolor sin máscara.
Una sola voz que ponga en duda, ahora,
la certeza
de no saber
a dónde me dirijo.


martes

La peau morte



Como la piedra afila el cuchillo,
Como se desliza el serrín al barrer,
Así, aterciopelada, la piel
Húmeda súbitamente en los dedos.

Marina Tsvetáieva







Noche azul en los Diablos. Sobreviviremos a los idus de marzo con vino y poesía.

People are strange when you're a stranger*

*The Doors








Por qué hablar de esta muerte
ya descrita
en otro cielo rojo.
Para qué pronunciar la sangre
que no brotó a la hora exacta.
¿No es mejor rozar las aristas de lo ignoto
que esperar eternamente
a que se cierre la herida?
Yo invoco al riesgo que afila sus dientes
con otros cadáveres
iguales al mío.
Yo invoco al miedo que aguarda sentado
en el rellano de mi locura,
al viejo harapiento
y a la mujer gorda.
Invoco a esos seres deformes
que me hacen temer,
que hacen que me pregunte
por qué no soy distinta
a ellos,
por qué a pesar de mi apariencia
noto la deformidad
a cada paso.

viernes

Sangre, ¿Sangre dónde?


Tiempo recuperado
corredores de fuego
& la lenta dolorosa amiboide separación del arquetipo
Padre / Madre
con amor
se hizo lo que se pudo
con amor
allá quedan cabañas asoladas tierra roja
vuelve la cabeza
All is truth
contempla tiernamente sin temor
quien atraviesa esta puerta enciende la esperanza
& los lechos aéreos serán
la arquitectura del cuerpo
lecho cubierto de rosas melocotones mirra
Otro mundo es el nuestro.


Roberto Hinostroza