Sólo hay un momento en el que el cazador esta cerca de su presa: cuando ya la ha matado.
Víctor Balcells Matas
Ha cavado una trinchera en la noche
para defenderse
de sí mismo y no funciona.
Y no funciona porque es a la vez el cazador
y el cazado,
el de la bandera blanca bordada en el pecho
que dispara a sangre fría
y no tiembla,
el que se aleja del cuerpo inmóvil
y abrazándolo comienza
el rezo de rodillas.
La velocidad de la muerte
es blanca
como la velocidad del amor.
Y yo no dejo de sentir este olor
a pólvora mojada,
quemándome.
Buenísima. Perfecta. Felicidades, me encantó el ritmo y sobre todo, lo mucho que dices.
ResponderEliminarSaludos Maribel.
Quizás deba luchar a cuerpo descubierto.
ResponderEliminar(escuece dentro cada letra.
las noto, se han quedado ahí
y me gusta)
"La velocidad de la muerte
ResponderEliminares blanca"
Estos dos versos me fascinan, totalmente.
muy bueno, o.
ResponderEliminarel amor y la muerte siempre caminan de la mano.
más que del amor de la seducción yo diría, el cazador y el cazado..
ResponderEliminares lo que tienen las trincheras en la noche.
ResponderEliminarNo funcionan.
Beso, Odile.
Gracias a todos y a todas.
ResponderEliminar¡Buen verano!
:)
Directo.Y doloroso.
ResponderEliminarEternas velocidades, rastros de lirios parlantes.
ResponderEliminarAbrz.