Somos vírgenes del horror, igual que del placer.
Louis-Ferdinand Céline
Recibí el disparo después de haber abandonado la ciudad.
Apuntaste demasiado alto,
justo a la altura de la boca
y no sentí dolor.
Los violines aullaron.
Un detective encontró tu mentira
en las sábanas de un motel.
Hubo llamadas telefónicas,
telegramas enfermos,
ningún cadáver.
Los ojos puestos en la fiera y la fiera
lejos.
Volví a la habitación.
Pensé que quizá ya todo daba igual.
Me pareció triste juzgarte
por un disparo.
Los disparos se vuelven contra el sujeto que domestica la pistola.
ResponderEliminarMuuá*_*
mejor: que cree en el burdo error de querer domesticarla. Muak shiqi
ResponderEliminarTía, es increíble lo que has escrito. Y la cita de Céline ha sido como otro disparo. Mes respects, mademoiselle L'autremonde
ResponderEliminarqué bueno
ResponderEliminarme trajo a Bolaño
pum
ResponderEliminar¿y luego?
(abrazo enorme,
belle:*)
Dijo G.Montero (que igual te gusta o igual lo odias, no tiene término medio) en un poema algo así como "que cada día no parezca un disparo".
ResponderEliminarY yo estaba de acuerdo con ese verso, pero con disparos así como los tuyos, uno hace la vista gorda :)
un
ResponderEliminarsolo
disparo
genial Odile
genial.
beso
Ahora es cuando se derraman las balas de los bolsillos.
ResponderEliminar:*
La vie en noir y un poco de humor tras la tormenta.
ResponderEliminarTe diré que en los dos últimos versos el arma estaba cargada.
Al final, todo es un disparo a una altura concreta. Qué te puedo decir. Me encantan tu poesía, Odile.
ResponderEliminarEstás en mis otras lenguas, Miss L´autremonde
ResponderEliminarhttp://distopia451.blogspot.com/2011/04/odile.html
Dos poemas fantásticos, la verdad.
ResponderEliminarAh, leí por ahí lo de "cosmomorriña". Me encantó.
Besos!
tus palabras suenan genial
ResponderEliminar(soy la hija de caronte con blog nuevo)
t has calzado a ese tatuado andante?
ResponderEliminarq huevos...
supongo q será trendy
Queridísimo anónimo, es una foto que encontré en internet. ¿Decepcionado?
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