Ma jeunesse en jouant fit la vie prisonnière.
O donjon où je vis!
René Char
He destruido puentes, edificios y naves
de esta ciudad.
He atravesado la última puerta hacia el último
acantilado.
Es el fin del juego y sin embargo la pantalla
no confiesa game over.
Hace falta una sola voz para gritar que la vida continua
en una grieta,
que de la grieta manan los desiertos
que de la grieta brotan las cenizas de los árboles
en llamas,
que no hay secreto en el pasadizo,
que el futuro es un pájaro ardiendo en el presente,
que no hay máscara sin dolor, ni dolor sin máscara.
Una sola voz que ponga en duda, ahora,
la certeza
de no saber
a dónde me dirijo.
la incertidumbre es un fiel compañero
ResponderEliminarHace poco titulé una entrada de mi blog algo parecido.
ResponderEliminar"La incertidumbre es la Mierda".
Un saludo.
la incertidumbre de no saber
ResponderEliminarel fin del principio
el principio del fin
el comienzo nuevo
(millais! ofelia! <3)
los naúfragos encendieron un fuego para perseguir su estela.
ResponderEliminar"La dulce Ofelia, la razón perdida
ResponderEliminarcogiendo flores y cantando pasa"
(G.A.Bécquer)
Una voz que sea doble mirada.
ResponderEliminar¿Dónde está esa voz?
ResponderEliminarQuiero escuchar el tono
ResponderEliminarel color de ésa voz
en
los
huesos
beso, Odile
Mon amour, peu importe que je sois né: tu deviens visible à la place où je disparais
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