Como la piedra afila el cuchillo,
Como se desliza el serrín al barrer,
Así, aterciopelada, la piel
Húmeda súbitamente en los dedos.
Como se desliza el serrín al barrer,
Así, aterciopelada, la piel
Húmeda súbitamente en los dedos.
Marina Tsvetáieva
Noche azul en los Diablos. Sobreviviremos a los idus de marzo con vino y poesía.
belle, tienes que ponerme al día!
ResponderEliminarmarina, la bella, y la piel que se escapa, siempre.
¿Has visto la película "La maman et la putain"? Hace ya tiempo, en el otro blog inicié un post que no llegué a terminar sobre esta peli.
ResponderEliminarSi quieres pásame tu correo que te voy a hacer dos regalos literarios.
Un beso.
Sí, la he visto.
ResponderEliminarMi correo es: casualidades.infinitas@gmail.com
Será un placer leer lo que me mandes.
Un beso.
Cuidado con los idus: son engañosos.
ResponderEliminarContaba Plutarco que cuando el vidente que advirtió al César de los idus éste dijo "Ya han llegado".
El vidente respondió "Pero aún no han acabado"
O algo así. En Internec está mejor contado seguro. Los idus no se van así como así: en un mundo sin destino ni suerte somos nosotros los que hemos de despegárnoslos.
Un saludo, O', y cuídate de los idus. Yo los tengo incrustados todavía en la camisa.
Nos guardaremos de los Idus entre poesía, es la mejor opción desde luego.
ResponderEliminarEsa película es maravillosa. A mí es que Jean-Pierre Léaud me enamoró en los 400 golpes y desde entonces ha sido un no parar :P
Es extraño. He visto cuatro o cinco veces en tus entradas nuevas películas, poemas, fotografía o cualquier otra cosa que muy recientemente había visto, leído o simplemente prestado atención especial.
ResponderEliminarDe hecho estuve a punto de publicar ayer mismo una entrada con parte de un diálogo de La Maman et la Putain en mi blog.
Bueno.
niña o puta o madre o mujer o amante o hueco.
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