domingo

Celle de toujours, toute


KWNOWING NOT KNOWING PRETENDING


CASCANDO

1
por qué no simplemente no esperar
a ser ocasión de
un vertedero de palabras

¿no es mejor abortar que ser estéril?

después de tu partida las horas son tan tristes
siempre empiezan a rastras demasiado pronto
los garfios desgarrando con ceguedad el lecho de miseria
rescatando los huesos los amores antiguos
cuencas una vez llenas con ojos como los tuyos
¿es mejor siempre demasiado pronto que jamás?
negra necesidad salpicando los rostros
diciendo una vez más nunca flotó lo amado nueve días
ni nueve meses
ni nueve vidas

2
diciendo una vez más
si no me enseñas tú no aprenderé
diciendo una vez más existe un último
atardecer de últimas veces
últimas veces de mendigar
últimas veces de amar
de saber no saber simular
un último atardecer de últimas veces de decir
si no me amas nunca seré amado
si no te amo ya no amaré nunca

un batir de palabras gastadas una vez más en el corazón
amor amor amor golpe de un émbolo antiquísimo
moliendo el suero inalterable
de las palabras

una vez más aterrado
de no amar
de amar pero no a tí
de ser amado y no por tí
de saber no saber simular
simular

yo y todos los otros que te amen
si te aman

3
a menos que te amen

Samuel Beckett

9 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Adoro a Beckett, sobre todo su teatro del absurdo. La espera, bien de Godot bien del tiempo que huye. El placer no dura, es engullido por un tiempo que repite siempre el mismo movimiento y las mismas decepciones. Entre el deseo, que nos condena al dolor, y el aburrimiento, que es el cese del deseo, el columpio no se detiene: la experiencia de la alegría o del placer no existe, es demasiado efímera. Empujado por un "querer vivir, querer amar" ciego, el hombre continúa existiendo y reproducieno el mismo movimiento vano. Como en Leopardi, el hombre tiene necesidad de "ocupación para abreviar el tiempo", es decir, llenar el vacío hasta que llegue "un último atardecer de últimas veces".

    ResponderEliminar
  3. Da mucho miedo amar. Pero más miedo da ser correspondido.

    ResponderEliminar
  4. Amar...Una palabra que por desgracia está subestimada hoy en día. Ha perdido su auténtico valor, ahora se ha degradado a punto y final. Un final trágico como moneda de cambio. Poco queda del misterio y de la sensatez de la palabra amor. Hemos dinamitado la esencia de la vida con cursilerias y fiestas ñoñas.

    Precioso Beckett ;)

    Besos

    C.C.C

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  6. Hola Odile,

    Leí tu texto, era bueno, me gustaría que lo volvieses a colgar para releerlo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Lo borré sin querer. Quise editarlo para depurar un poco algunas cosillas y se me borró. Intentaré escribirlo de nuevo aunque no prometo nada. Aún así te agradezco el detalle.

    Besos

    ResponderEliminar
  8. Odile,

    no le haga caso a Caín, él para dejando regada su cochinada por todas partes y tocando las narices, pero cuando no le gusta los comentarios que le hacen al respecto, como los que le hice, pues los borra, a Caín solo le gusta recibir halagos.

    saludos

    ^^

    ResponderEliminar
  9. Quizá sea uno de los motivos por los que su prepotencia le delata. Gracias por el comentario.

    Saludos machbenak :)

    ResponderEliminar